“Ensuciar las paredes de un local o destrozar el mobiliario urbano, o causar cualquier tipo de daño en personas o bienes no son reivindicaciones políticas, son simplemente actos violentos que, por cierto, desacreditan cualquier petición que se quiera realizar”, ha dicho.

   A su juicio, solamente “los nostálgicos de un pasado violento en Euskadi pueden realizar, justificar o defender este tipo de acciones. Los actos vandálicos o violentos desautorizan a quien los realiza y demuestran que aún no conocen la palabra respeto”, ha concluido Mikel Torres, quien también ha expresado su apoyo a los compañeros de la agrupación atacada.