La Casa de Juntas de Gernika ha acogido hoy el pleno de Política General de Bizkaia. Una sesión plenaria que ha servido para analizar la situación del Territorio y en la que el Portavoz del Grupo Juntero Socialista, Ekain Rico, se ha despedido como apoderado de la Cámara vizcaína al pasar a formar parte del Grupo Socialista en el Parlamento Vasco.

Intervención íntegra de Ekain Rico en el pleno de hoy:

 Señora presidenta, señoras y señores apoderados y apoderadas y a cuantos hoy nos están siguiendo: egun on guztioi.

Cuando uno viene a un Pleno como este, al menos en mi caso, suelo echar la vista atrás para tratar de tomar perspectiva. Y la verdad es que, en esta ocasión, mirar hacia atrás, tan solo un año antes, produce vértigo.

Este escenario, poco tiene que ver con aquel del que hablábamos hace algo más de un año en el Pleno de Investidura. En medio, una pandemia –la del Covid19– ha generado una crisis a escala global de consecuencias sanitarias, económicas y sociales que eran inimaginables hace solo unos meses y cuya afección definitiva está aún por determinar.

Una pandemia cuya consecuencia más dolorosa están siendo las miles de vidas arrebatadas. Nuestros vecinos y vecinas, amigos, amigas y familiares que han perdido la vida, poniendo fin bruscamente a miles de proyectos vitales compartidos que, simplemente, ya no serán… Tan brutal y desgarrador como suena. Por eso, lo primero que desde el Grupo Socialista queremos hacer es trasladar nuestro apoyo y solidaridad a todas esas familias a las que esta enfermedad les ha robado algún ser querido. Porque si a todos nos condiciona nuestra vida este virus, imaginemos cómo lo hace a aquellos que les toca seguir haciendo frente al virus, pero con estas marcadas ausencias.

Bizkaia no ha sido una excepción en esta pandemia y, además de en términos emocionales, también ha quedado gravemente afectada en términos sociales y económicos. Los datos están ahí, ya se han dado y esa es la realidad. Ese es el nuevo escenario que nos toca afrontar.

Es verdad que esta pandemia ha dejado pocas certezas encima de la mesa… pero los Socialistas creemos firmemente que sí hay lecciones aprendidas que debemos seguir poniendo en práctica. Y, quizá la más importante, por su simpleza, pero también por su contundencia, sea de la que más debamos aprender quienes nos sentamos hoy en las instituciones: cuando sumamos por una causa común, somos más fuertes.

Nos enfrentamos a una crisis extraordinariamente dura. Inédita. Dolorosa. Por eso los Socialistas no nos vamos a distraer. Bizkaia no se lo puede permitir. Se lo debemos a los cientos de vizcaínos y vizcaínas que han fallecido en esta crisis sanitaria.

Se lo debemos:

•             A los profesionales sanitarios y científicos que se están dejando la piel para cuidarnos.

•             A los trabajadores de toda la cadena de alimentación, en la logística y el transporte, que han arriesgado su salud para permitir nuestro abastecimiento cuando estábamos confinados, y ahora.

•             A los docentes que se las han ingeniado para seguir educando a nuestros hijos e hijas.

•             A los hosteleros y comerciantes.

•             A quienes han perdido su empleo o temen perderlo.

•             A los emprendedores, a los jóvenes que buscan su oportunidad y, por supuesto, a los mayores que temen por su seguridad.

Y todo ese potencial humano que tenemos como sociedad reclama y necesita de una respuesta institucional a la altura. Porque lo que está en juego es, simple y llanamente, que salgamos de esta, que salgamos juntos y que salgamos todos.

Y por eso, necesitamos que todos los esfuerzos de quienes hoy nos sentamos aquí y en el resto de instituciones, se centren en las soluciones y no en generar más problemas o debates artificiales que, quizá puedan conseguir algún titular o un tweet viral, pero que lo único que acaban consiguiendo, realmente, es que la ciudadanía se harte y termine por preguntarse a qué estamos jugando con la que está cayendo.

A nuestro juicio, esa es la realidad que nos tiene que ocupar en esta sesión y a lo largo de este próximo tiempo. La de una pandemia a la que ninguno de los que estamos aquí nos hemos enfrentado nunca antes. Y con la honestidad de quienes nos enfrentamos a un escenario no conocido y cambiante, tenemos que ser capaces, también, de reconocer errores… pero no para recrearnos en ellos, ni arrojárnoslos a la cara los unos a los otros, sino para aprender de ellos y no volver a cometerlos.

Porque, sigamos con ese ejercicio de honestidad. La pandemia no ha sido un problema que afecte exclusivamente a esta Diputación Foral de Bizkaia, sino a todos nuestros municipios, Territorios Históricos, provincias, Comunidades Autónomas, España, Europa y el mundo. Y todos los partidos políticos que hoy nos sentamos aquí, tenemos responsabilidades de gobierno en los distintos ejecutivos de aquellos ámbitos institucionales. Y todos hemos tenido que adoptar decisiones complejas e incluso dramáticas, por la urgencia de los tiempos, por la penuria de los recursos, por la excepcionalidad y la ausencia de precedentes de la crisis y su tamaño descomunal.

Por lo tanto, es evidente, como he dicho, que todos hemos tenido aciertos, pero también hemos cometido errores. Y de la misma manera que la ciudadanía no entendería que nos obcecáramos desde los gobiernos en persistir en los errores, estoy seguro de que la ciudadanía no entenderá a quienes, desde la oposición, pretendan dedicarse en este tiempo a criticar, en unas instituciones, lo que en otras han hecho sus propios partidos políticos.

Cada uno sabrá cuál es el papel que quiere desempeñar en este momento histórico. Los Socialistas lo tenemos claro. Los Socialistas no nacimos para quedarnos en señalar con el dedo lo que falta por hacer. (1) Lo señalamos, (2) decimos cómo creemos que hay que actuar, (3) y nos comprometemos a resolverlo.

El Partido Socialista forma parte hoy de los Gobiernos Municipales, de las Diputaciones Forales, del Gobierno vasco, del Gobierno de España y, también, de la propia Comisión Europea. Es así como creemos que podemos hacer útiles las políticas de izquierdas: alineando los distintos gobiernos, caminando con un mismo rumbo. Haciendo cada uno lo que tiene que hacer. Porque, también en el ámbito institucional, cuando sumamos por una causa común, somos más fuertes.

Frente a quienes en los últimos tiempos venían abogando por la reducción de “lo público”, bajo lemas como “que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos”, lo cierto es que esta crisis ha demostrado que la intervención de las instituciones ha sido crucial para evitar males mayores.

Y es justo reconocer la importante labor que han desarrollado los ayuntamientos en esa primera línea, como institución más cercana a la ciudadanía y que han afrontado la respuesta a la pandemia en primera línea, con sus propios recursos.

Los Socialistas siempre hemos defendido la autonomía municipal, conscientes de que gran parte de esa autonomía solo será real si se aplica el objetivo de la suficiencia financiera de estas instituciones, que tantas veces hemos reclamado. La crisis del Covid 19, ha puesto de manifiesto que es necesario y urgente abordar esta cuestión.

Las medidas de choque adoptadas por las instituciones han permitido responder al peligro inmediato, desplegando todos nuestros recursos para hacer frente a la crisis sanitaria y social y tratar de mitigar los impactos más acuciantes sobre el empleo y las empresas.

En este sentido, el escudo social levantado por el Gobierno de España, liderado por el presidente Pedro Sánchez, ha supuesto un hito sin precedentes y un ejemplo claro de la mayor apuesta que desde la política podemos realizar: proteger a la ciudadanía y, en especial, a los más vulnerables, para que nadie se quede atrás cuando salgamos de esta. Y ofrecer esa certeza a la ciudadanía es una obligación que los Socialistas hemos asumido en todas las instituciones. También en esta Diputación Foral de Bizkaia que cogobernamos, donde conjuntamente hemos adoptado múltiples medidas para contener los efectos más perjudiciales para las personas más vulnerables, así como volcarnos en la puesta en marcha de medidas como las contenidas en el Plan Bizkaia Aurrera, para incentivar la recuperación del empleo y la economía de Bizkaia.

Al principio de mi intervención, les decía que esta realidad poco tiene que ver con el escenario del que hablábamos en el Pleno de Investidura del año pasado. Un pleno que dio inicio a este Gobierno foral, sobre el acuerdo político que asumíamos PSE-EE (PSOE) y EAJ-PNV y en cuyo preámbulo se puede leer que ambos partidos “volvemos a coincidir en que la responsabilidad política que nos demanda la ciudadanía de Bizkaia exige de nosotros un esfuerzo de aproximación programática como mejor contribución para favorecer, entre otras, la creación de empleo, el crecimiento económico, el fortalecimiento de un sistema social que garantice la igualdad de oportunidades y, por supuesto, la necesaria estabilidad política para conseguir todos aquellos objetivos de progreso y bienestar social”.

Lo venía a decir el Diputado General en su intervención y yo lo diré con otras palabras: cambia el escenario sí, pero precisamente ese cambio hace que los principios programáticos y de legislatura que nos impusimos, cobren hoy mayor vigencia que nunca, para asegurar la reconstrucción social y económica de Bizkaia y para preparar a nuestra sociedad para todos los desafíos emergentes que la pandemia no ha hecho más que acelerar (como el envejecimiento de la población, la transición ecológica, la digitalización, etc…)

Los y las Socialistas de Bizkaia afrontamos esta crisis como una oportunidad para salir de ella como una sociedad más cohesionada, con un Estado de Bienestar fortalecido y que reduzca las desigualdades. Y, para hacerlo, debemos atinar en las prioridades a las que debemos destinar esos recursos, en este proceso de reconstrucción social y económica de nuestro Territorio Histórico.

Porque la prioridad deben seguir siendo las personas. Los hombres y mujeres que formamos parte de este Territorio Histórico y a las que, de una manera u otra, la crisis del Covid19 les hace girar la cabeza hacia nosotros buscando respuestas a sus problemas.

Así, las situaciones de pobreza, exclusión y riesgo han aumentado con la crisis económica derivada del impacto del Covid-19 y eso nos indica, precisamente, la necesidad de garantizar los servicios públicos e intensificar la apuesta decidida de esta Diputación Foral de Bizkaia por las políticas sociales y la solidaridad con las personas y colectivos más vulnerables, para conseguir el objetivo compartido de salir de esta crisis sin abandonar a nadie a su suerte.

Nuestro objetivo, nuestro empeño, debe ser la recuperación y generación de actividad económica y empleo, pero también debemos ser conscientes de que este reto nos llama a todas las instituciones a colaborar estrechamente, para que las oportunidades de empleo sostenible y de calidad, lleguen de la mano de una estrategia integral e interinstitucional, en todo nuestro sistema productivo, de todos nuestros sectores, industriales pero también comerciales. Porque comercio, hostelería y turismo son más que una fuente de empleo y riqueza: son quienes dan cohesión y vida a nuestras ciudades y pueblos.

En este sentido, el Plan de Empleo de la Diputación Foral de Bizkaia que lidera la diputada Teresa Laespada, ya ha demostrado su capacidad de adecuación a la nueva realidad que nos toca vivir, impulsando un plan de choque contra la crisis, activando así en Bizkaia un escudo de protección para las personas en situación de vulnerabilidad social y parados, que contempla actuaciones de reconstrucción y mantenimiento del tejido económico y laboral de Bizkaia, de forma complementaria y coordinada con otras instituciones.

La recuperación del empleo necesita de esa concertación y fijar la mirada en los más vulnerables:

•             Los desempleados y trabajadores de más de 45 años, que necesitan planes personalizados de formación.

•             Los jóvenes, que han sufrido los efectos de la pandemia en sus empleos.

•             Las mujeres, siempre las grandes paganas de las crisis, y en las que también nos tenemos que volcar.

Porque, hay algo que no podemos olvidar. Esta recuperación económica y social, también va de Igualdad. Lo diremos sin paños calientes: La igualdad de género debe estar al centro de la recuperación económica post Covid-19, para que podamos hablar de una recuperación justa y equitativa. Esta Diputación Foral de Bizkaia es pionera en materia de igualdad y nuestra apuesta conjunta debe materializarse en un compromiso nítido por las políticas de igualdad en tiempos de crisis.

También nos miran nuestros mayores. El colectivo que más brutalmente ha sufrido las envestidas del Covid-19.

Como saben, los Socialistas hemos trasladado desde hace tiempo la necesidad de abordar el gran reto demográfico del envejecimiento de nuestra sociedad. Y en ese ámbito, siempre hemos trasladado que no podemos quedarnos únicamente en el debate asistencialista.

En efecto, el verdadero reto transformador para este tiempo debe ser dotar a las personas mayores de los medios que les permitan desarrollar una vida autónoma y plena hasta que puedan y quieran en su propio domicilio. Hay que pasar a un modelo en domicilios o centros de cuidados y dejar atrás un sistema que se ideó para dar respuesta a los retos del siglo pasado. Debemos atender a mayores y a crónicos con recursos humanos, con enfermería comunitaria, médicos y servicios sociales, pero en la medida de lo posible en sus casas, hasta que ellos puedan y quieran. Y esto también requiere que las distintas instituciones implicadas vayamos de la mano y coordinadas.

Pero no centrarnos únicamente en el debate asistencialista, no implica obviar la necesaria transformación de nuestro modelo residencial.

Desde el inicio de la pandemia, las residencias de ancianos se convirtieron en uno de los principales focos de afectados por el coronavirus. Eso es innegable. Y, desgraciadamente, hemos visto como esta situación se repetía, con mayor o menor intensidad, en el conjunto de las comunidades autónomas y provincias de toda España y que similares situaciones se han dado en otros países de nuestro entorno.

Sin duda alguna, hay mucho que analizar y aprender. Se han dado pasos, pero queda mucho por hacer. Los Socialistas compartimos la necesidad de un modelo residencial más humano, pero también ponemos encima de la mesa, tal y como hemos incluido en el Acuerdo para la formación del Gobierno vasco, la necesidad de adecuar el decreto que regula los centros residenciales, tras analizar las medidas operativas consecuencia del Covid-19, e impulsar una normativa que regule el régimen de concertación de servicios, de forma que se garanticen condiciones idóneas para su desarrollo y la prestación de los servicios sociales en un marco adecuado y homogéneo de estabilidad. Nuestros mayores, nos lo demandan.

Y en momentos de crisis, tal y como ha señalado el Diputado General, también se hace necesario un esfuerzo por la cohesión territorial y comarcal articulando actuaciones muy concretas que garanticen la igualdad de acceso a los servicios públicos, al margen del lugar de residencia de las personas.

La extensión de banda ancha de última generación para llevar internet a todos los rincones de Bizkaia es una buena noticia que se demuestra necesaria, sobre todo, cuando hemos comprobado recientemente la importancia de estar conectados en esta pandemia. Las aplicaciones de esta medida tendrán efecto directo en el ámbito educativo, sanitario, comercial y laboral y contribuirán a evitar la brecha digital.

También nos miran los más jóvenes. Los mismos que, a miles, se manifiestan contra el cambio climático. La transición ecológica es la herencia que vamos a dejar todos los que estamos aquí a nuestros hijos. Y no es solo cuestión de medio ambiente. Porque para los Socialistas las políticas de medio ambiente van unidas a las de salud, a las económicas, a las de empleo, a la movilidad, a las infraestructuras… y, por supuesto, son también una política de igualdad, porque quienes se queden descolgados tendrán menos oportunidades.

Y podríamos seguir con muchas otras cosas, porque son muchos los retos y la responsabilidad que hemos asumido para este proceso de reconstrucción social y económica de Bizkaia, conscientes de que tendremos menos recursos de los previstos.

Es verdad que, a día de hoy, quedan incógnitas por despejar, pero a nadie se le oculta que las consecuencias de esta crisis van a impedir que ninguna institución cuente con los ingresos que habíamos previsto inicialmente en los presupuestos. Y aunque esto es así, los Socialistas tenemos claro que ésta no puede ser la excusa para que la salida de la crisis no sea justa. Tenemos que rescatar a las personas, tenemos que apoyar a los trabajadores y trabajadoras y, también, a todos los emprendedores y empresas que, antes de esta crisis, estaban haciendo las cosas bien y generando empleo.

Contamos con muchas cosas a favor:

•             una gestión rigurosa en todas nuestras instituciones, que deberán ordenar todos los recursos disponibles para que no haya duplicidades ni solapamientos ineficaces.

•             Unos fondos extraordinarios del Gobierno de España y de la Unión Europea para los gastos realizados contra la pandemia.

•             Una capacidad de endeudamiento en la que, como ha señalado el Diputado General, hemos venido trabajando en los últimos tiempos.

•             Un proyecto europeo estratégico de largo alcance en el que queremos situar muchos de los retos que nos hemos puesto y que tienen nuestras empresas

•             Un margen en la prevención y lucha contra el fraude fiscal.

Y, evidentemente, a partir de ahí, hablaremos también de reforma fiscal para reforzar los servicios públicos y para apoyar a la economía generadora de empleo. Una modificación que tienda a la convergencia fiscal con Europa, en términos de mayor progresividad, y que permita adaptarse a la economía y los retos emergentes, con objeto de garantizar que el proceso de recuperación económica esté en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Porque al igual que pasa con los principios programáticos y de legislatura que PSE-EE (PSOE) y EAJ-PNV nos impusimos, el cambio de escenario surgido tras la Covid-19, hace que también la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible adquiera mayor vigencia que nunca, como una nueva oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás.

Es en los tiempos difíciles cuando la política tiene la oportunidad de reivindicarse como fuente de respuestas o de envilecerse como fuente de problemas.

Es en tiempo de crisis cuando cada uno de nosotros y nosotras debe esforzarse por dar lo mejor de sí mismo, a la misma sociedad que ha elegido que estemos aquí sentados representándoles.

Es en tiempos de zozobra cuando las instituciones, más que nunca, tienen el deber de coordinarse y complementarse, para llegar a todos y todas sin dejar a nadie descubierto, evitando duplicidades y solapamientos.

Me lo han oído muchas veces. Esta no puede ser una carrera hacia ninguna parte por aparentar que todas las instituciones hagamos de todo para, al final, no llegar a nadie. Esta debe ser la oportunidad para afinar, dentro de las competencias de cada institución, una actuación coordinada, integral e interinstitucional que acabe llevando una respuesta a cada ciudadano y ciudadana de Bizkaia.

Lo he dicho al principio de mi intervención: cuando sumamos por una causa común, somos más fuertes. Y esto sirve para todos y para todos.

•             Para quienes nos sentamos hoy aquí representando a la ciudadanía de Bizkaia y sus distintas sensibilidades políticas.

•             Y, en el ámbito institucional, para la más que necesaria coordinación y actuación conjunta de municipios, Diputaciones Forales, Gobierno Vasco, Gobierno de España y Europa, para dar una respuesta certera a las consecuencias de un virus que no entiende y no diferencia entre fronteras, vecindades administrativas, ni ideologías. Nos queda mucho trabajo por hacer.

Y para terminar, si me lo permite la Presidenta, saben que esta es mi última intervención en esta Cámara, dado que me incorporo al Parlamento Vasco como Secretario General del Grupo Socialista y, por ello, presentaré hoy mismo mi renuncia como Apoderado de estas Juntas Generales de Bizkaia.

Entenderéis que, en primer lugar, quiera dirigirme a mis compañeros y compañeras del Grupo Juntero Socialista. A quienes hoy están sentados aquí y a quienes lo estuvieron la legislatura pasada. Ha sido un verdadero honor trabajar con vosotros y, simplemente, espero haber estado a la altura, como Portavoz y compañero, de lo que os merecéis, que es todo.

Un grupo al que, además de quienes estamos sentados aquí, pertenecen por derecho propio Conchi, Susana y Arantza. Gracias por vuestro trabajo constante.

Gracias al Partido Socialista y especialmente a Mikel Torres y a Idoia Mendia, por la confianza que siempre me habéis brindado.

Gracias Teresa y Miguel, pero también gracias al resto del Gobierno foral y a ti Unai, como Diputado General.  Ha sido un placer hablar, negociar y trabajar con vosotros y os deseo los mejores aciertos en vuestra labor, porque serán aciertos para Bizkaia.

Y respecto a todos vosotros, qué decir… Durante todos estos años, he tenido la oportunidad de crecer humana y políticamente junto a todos vosotros y por eso os doy las gracias.

He sido muy afortunado de vivir y participar en tantos debates, negociaciones y acuerdos en esta casa, con todos vosotros y me llevo el cariño que me habéis demostrado durante este tiempo y os dejo mi cariño y reconocimiento.

Contáis con un aliado más en el Parlamento vasco para, entre todos, conseguir la recuperación económica y social por la que todos apostamos.