El segundo de los plenos ordinarios de este mes de las Juntas Generales de Bizkaia abordó también la Memoria de la comisión de Peticiones y Relaciones Ciudadanas. Nuestra apoderada, Amaia Rebollo, explicó que, al igual que en otros ámbitos de la actividad política y social, la dinámica de esta comisión también se ha visto afectada por los efectos de la pandemia.

“La imposibilidad de reunirse durante un periodo largo, más largo que lo que todos hubiéramos querido, ha hecho que la actividad de esta Comisión se haya visto reducida. Aun así, como se nos ha explicado, nos hemos reunido en 6 ocasiones” dijo para “agradecer a todos los que han dado el paso para hacernos llegar sus peticiones, quejas, intereses y temores. Sabemos que no es fácil”.

“Los Socialistas apostamos por seguir reforzando esta Comisión. Tenemos que poner todos los mecanismos para propiciar que las organizaciones y ciudadanos nos hagan llegar su voz y sus propuestas. Nuestra obligación, la de los grupos políticos, es escuchar, asumir los intereses y problemas que afectan a los ciudadanos, para adquirir compromisos y desarrollar iniciativas políticas que lleven a su solución”, concluyó Amaia Rebollo.

Del mismo modo, se dio el visto bueno a la Cuenta General del Territorio de Bizkaia de 2018. El juntero socialista, Alberto Álvarez, dijo que “el resultado del informe de auditoría es que las entidades que integran el Territorio han cumplido razonablemente la normativa legal que regula su actividad económico-financiera en el ejercicio 2018. Y esto es lo más importante”.

“Los grupos políticos representados en esta Cámara tenemos, cada uno, una idea formada de cómo queremos que se empleen los fondos públicos; a quién y cuándo deben estar destinados estos recursos que proceden de la contribución al esfuerzo fiscal por parte de los vizcaínos y vizcaínas”, agregó.

“He ahí la acción política -dijo-, sin duda resulta lógico, legítimo, e imprescindible en democracia, someter, por parte de la oposición, a un exhaustivo análisis y crítica, la actividad de gobierno.Lo que no resulta entendible es pretender un rendimiento político, por pírrico que resulte, extendiendo la sombra de la sospecha sobre la gestión y el control de las finanzas públicas. Esta es una cuestión extraordinariamente sensible en la que no podemos permitirnos la menor frivolidad, de lo contrario, esa sombra de sospecha de la que hablaba, nos cubrirá a todos y todas por igual, lo que ya de por sí resulta injusto. Debemos tratar de confrontar con ideas la defensa de los intereses de la ciudadanía”.