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Instamos a establecer un marco normativo que regule y desarrolle el título de ‘Familia monoparental/monomarental’, que sirva de soporte para la implementación de políticas y medidas de protección específicas

Las Juntas Generales de Bizkaia han dado el visto bueno a la propuesta para instar a la institución competente a establecer un marco normativo que regule y desarrolle el título de ‘Familia monoparental/monomarental’, que sirva de soporte para la implementación de políticas y medidas de protección específicas, asegurando un criterio de actuación homogéneo para toda la Comunidad Autónoma Vasca.

Asimismo, la propuesta establece que las Juntas Generales de Bizkaia instan a la Diputación a establecer el marco regulatorio en cuanto a las ordenanzas fiscales municipales para que éstas permitan las exenciones y/o bonificaciones para estas familias, atendiendo a principios de progresividad y renta. Además, pide al Gobierno foral a seguir trabajando con un enfoque transversal e interinstitucional de las políticas de protección de las familias en situación de vulnerabilidad de nuestro territorio.

Durante su intervención, la apoderada socialista y Vicepresidenta de las Juntas de Bizkaia, Begoña Gil, ha señalado que “el verdadero cambio a la hora de definir las políticas de protección y reconocimiento de los distintos modelos familiares es: Sacar la monoparentalidad de las situaciones excepcionales objeto de ayuda y protección, para colocarla en un plano de igualdad como otra realidad familiar más. No es la monoparentalidad/monomarentalidad en sí la que provoca las situaciones de precariedad y pobreza que reflejan los datos, sino la falta de reconocimiento legal y de regulación integral”.

“Este vacío es el que expone a las familias monoparentales, especialmente a las encabezadas por mujeres (ocho de cada diez), a situaciones de exclusión social y pobreza. Al negárseles un tratamiento normativo como otra realidad familiar más, se las condena a la dependencia asistencial a la que tienen que acudir para paliar, que no resolver, las situaciones de precariedad y riesgo que sufren”, ha agregado.

Asimismo, ha dicho que los “datos de pobreza para las familias monoparentales, en diversos estudios, son preocupantes y abrumadores, pero existe el grave riesgo de no ver más allá de estas cifras y pretender atender la urgencia -en ocasiones, emergencia- sin comprender que la respuesta está en dotar a la monoparentalidad de normatividad, de normalidad y de igualdad. Algo que solo es posible a través de políticas integrales de reconocimiento, protección y corresponsabilidad en el ámbito estatal para todas las familias, en toda su diversidad”.

“Y es precisamente ahí donde nos encontramos en la actualidad. En la elaboración desde el Gobierno de España de una Ley de Diversidad Familiar y Apoyo a las Familias (se acaba de terminar el pasado 9 de julio el trámite de información pública, al objeto de que los ciudadanos, organizaciones, asociaciones y entidades que así lo consideren pueden hacer llegar sus opiniones al respecto.) Una Ley que prevé regular el reconocimiento de las familias monoparentales a nivel estatal dotándolas de una acción protectora específica, atendiendo al mandato de la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia”, ha añadido.

Por otro lado, la sesión plenaria sirvió para aprobar una proposición no de norma para que la Diputación Foral de Bizkaia realice un homenaje público en la Casa de Juntas de Gernika a las mujeres que se dedicaron a la minería y a sus familias.

En este sentido, Begoña Gil ha indicado durante su intervención que “es imposible entender lo que somos hoy sin todo esto: sin minería, sin industria, sin inmigración y sin mujeres. Y, sin embargo, esta contribución hecha por las mujeres al desarrollo de la minería, de la industria y, por lo tanto, de Bizkaia, ha sido ignorada. Por eso hoy, a través de esta iniciativa y de la acción institucional que conlleva, queremos reivindicarlas, contar su historia, compartirla con la sociedad vizcaína para que forme parte de nuestro relato colectivo, de nuestra historia con mayúsculas para que nunca más vuelvan a ser invisibilizadas e ignoradas. Queremos y vamos luchar contra la desmemoria y el olvido”.

“Los derechos de las mujeres son siempre frágiles, como nos demuestra la historia, por eso es importante, como propone la iniciativa, construir lugares de memoria, para consolidarlos, para anclarlos socialmente y no se estén, una y otra vez, cuestionando”, ha concluido.


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