El pleno ordinario de este mes de las Juntas Generales de Bizkaia abordó el debate sobre la utilización del Fondo de Imprevistos de Udalkutxa. En este sentido, el Portavoz del Grupo Socialista, Goyo Zurro, explicó que “no compartimos poner en riesgo la esencia del Fondo Foral de Financiación Municipal, ni distorsionar su uso para tapar problemas a costa de la capacidad de respuesta ante emergencias Porque el Fondo de Imprevistos y sus remanentes no es un cajón de sastre para cubrir otros gastos”.

“Es un instrumento diseñado, aprobado y regulado —en el Decreto Foral 138/2024— para responder a situaciones excepcionales e imprevisibles, como un desprendimiento, una inundación o una obra que se complica inesperadamente. Situaciones que no esperan, y para las que los ayuntamientos necesitan saber que tienen un respaldo inmediato y garantizado. Utilizar esos recursos para completar el presupuesto debilita la capacidad de reacción de nuestros municipios cuando realmente lo necesitan. Si un municipio sufre hoy un fenómeno natural o un siniestro grave, ¿Con qué recursos se le va a ayudar si vaciamos la hucha?”, se ha preguntado.

Según ha dicho, los y las socialistas no creemos en ayuntamientos supeditados a la Diputación y tampoco en una Diputación que se convierte en pagadora automática de cualquier gasto, sino que defendemos una relación de respeto mutuo: municipios fuertes, autónomos y bien financiados. “

“Una Diputación que garantiza la solidaridad territorial y la igualdad de oportunidades para todos los vecinos y vecinas de Bizkaia. Lo hemos demostrado rechazando, ya en su día, la Ley de Entidades Locales de Euskadi, precisamente porque, a nuestro juicio, consagra una posición de superioridad de las diputaciones sobre los ayuntamientos”, ha agregado.

Asimismo, ha dejado claro que apostamos por impulsar la actualización de la tributación local para que cada municipio recaude lo que le corresponde; negociando criterios de reparto justos y transparentes. Por último, reiteró el compromiso socialista con la autonomía municipal real, con una financiación estructural y estable, no dependiente de coyunturas, con un fondo de imprevistos sólido, garantizado y usado exclusivamente para lo que fue creado porque “los municipios de Bizkaia no se merecen parches: se merecen respeto y autonomía.”