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#IdoiaLehendakari

Proclamación de Idoia Mendia como candidata a Lehendakari en Barakaldo

La Secretaria General de PSE-EE, Idoia Mendia, ha sido proclamada candidata a Lehendakari en Barakaldo en un acto político en el que, acompañados de cientos de personas, también han participado el Secretario General del PSOE y Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Secretario General de los Socialistas Vizcaínos, Mikel Torres.

Aqúi podéis leer su intervención:

Idoia Mendia: “Somos acuerdo, convivencia y pluralidad, la red de seguridad que necesita Euskadi”

 

Intervención de la Secretaria General del PSE-EE en el acto de su proclamación como candidata a Lehendakari

 

 

Barakaldo, 6 de octubre de 2019

 

Buenos días y gracias. Gracias, Mikel. Por tus palabras, por tu trabajo, por el gran esfuerzo de los socialistas vizcaínos. También de los alaveses y guipuzcoanos. Y gracias por la dedicación y el aliento de nuestras juventudes. De esa nueva generación de jóvenes comprometidos y solidarios, que quieren vivir en un mundo más integrador, más solidario, pero sobre todo que quieren tener un planeta donde poder vivir. ¡Gracias por vuestro compromiso! ¡Tenéis que saber que vuestra lucha es la nuestra también! ¡Un apoyo y un compromiso que alimentan estas ganas de ganar el futuro que tenemos!

 

Y gracias Pedro. Gracias por querer compartir conmigo este día. Quería comprometerte en este proyecto que ambiciona liderar Euskadi. Porque para las cosas que pretendo necesito tener aliados. Los tengo en los ayuntamientos, en las diputaciones, en el Gobierno vasco y en el Parlamento europeo. ¡Y lo tengo, seguro, del actual y próximo presidente del Gobierno de España!! Porque nunca nos ha ido mejor a los vascos que con los socialistas en todos los gobiernos.

 

Pedro: los vascos quisimos en abril que fueras presidente. ¡¡Y los vascos nos volcaremos también en noviembre para que seas presidente!! Hoy da más vértigo que hace tres años. Que la militancia de mi partido haya vuelto a confiar en mí para recuperar Ajuria Enea. Es una responsabilidad todavía más grande que la que sentí hace tres años. Ya no se trata de navegar en las aguas revueltas que vivíamos entonces. Se trata de liderar la Euskadi que queremos para el futuro. Se trata de administrar y ampliar esa confianza que hemos ido conquistando en este tiempo. Calle a calle, pueblo a pueblo, con el trabajo del gran equipo humano que es el Partido Socialista de Euskadi.

 

Y estamos viendo esa confianza en las urnas, en las elecciones que ha habido esta primavera. Hemos sido quienes más hemos crecido en Euskadi. Decenas de miles de vascos han elegido nuestra papeleta porque entienden que somos la izquierda que sabe gobernar. La reconocible, la fiable para blindar el espacio de derechos y libertades que hemos ido reconquistando.

La que lleva 140 años, más que nadie, en España y en Euskadi, volcada en su gente. La que presenta la mejor hoja de resultados. La que ha transformado el país. ¡La que ha vuelto a ser la referencia fundamental para los progresistas de Euskadi!

 

Y soy consciente de todo ese capital que hemos sabido acumular. Que en él están las esperanzas de una mayoría social vasca que nos dice que quiere estabilidad y serenidad. Que nos ocupemos de sus urgencias, que ofrezcamos soluciones a los grandes retos que tenemos. Que lo hagamos con políticas progresistas. Una gran mayoría social que no pierde muchas energías en definir sus sentimientos ni sus identidades, sino que simplemente las vive. Ése es nuestro espacio natural. El de la izquierda que resuelve, no la que revuelve.

 

Y os hablaba de vértigo, pero de un vértigo que no me paraliza sino que me impulsa. Hay quienes cuando se enfrentan a lo desconocido, a lo que no han vivido, se paralizan. Qué os voy a decir que no sepamos, de aquellos que resultan incapaces de contaminarse con nada. Que entienden la política como el arte de salir siempre bien en la foto. Pero es que yo estoy abonada al compromiso. Entiendo la política como el trabajo diario, remangarse y mancharse las manos trabajando por buscar las soluciones que se pueden llevar adelante. El compromiso  es lo que me empuja a la acción. Por eso entré en este partido.

 

Cuando lo cómodo era apuntarse al nacionalismo, yo me afilié al Partido Socialista. Llamé a la puerta de la agrupación socialista de Abando. Porque allí no te medían tu grado de vasquidad. Allí no me pedían una fe inquebrantable. Allí me abrieron las puertas de la pluralidad y de la libertad. Y allí empecé a afrontar retos. En medio del acoso terrorista, me incorporé al ejército de resistentes que construyen. Los concejales que han sido los pivotes de la libertad, la pluralidad y el progreso de nuestros pueblos y ciudades. Me encomendaron hacerlo en Barrika. Di un paso al frente porque sabía que iba ser útil. Y ocurrió lo inesperado: que conseguimos tener presencia allá donde no la teníamos. 

 

Gracias a eso, conseguí resolver demandas atascadas y prepararme en la mejor escuela que tenemos. En lo más cercano, en los ayuntamientos, que es por donde creo que todos los que estamos en este servicio público que es la política deberíamos pasar. Es la mejor mili.

 

Vértigo también cuando este partido me pidió ir al Parlamento, muy cerca del escaño que ocupó Fernando Buesa hasta que ETA le asesinó. Ahí, en medio del brutal azote de ETA, en medio de la propuesta de quiebra de la convivencia de Ibarretxe, también di el paso. Y después llegó el vértigo mayor, si es que hubiera una liga o rankings de vértigos. El del máximo honor y responsabilidad: Fue cuando nuestro lehendakari Patxi López me pidió que le acompañara en la más hermosa aventura que hemos vivido: la de liderar Euskadi. La de tomar el timón del Gobierno Vasco y poner a este país rumbo a la modernidad y la convivencia!

 

Conseguimos el  blindaje de los servicios públicos en medio de la peor crisis que hemos conocido… y protagonizamos la aventura más grande que podíamos soñar, la conquista de la libertad. Aquél fue un equipo genial, personas de todas las edades y trayectorias unidas en torno a una idea: hacer que Euskadi superara sus limitaciones. La principal limitación era la falta de libertad. El mayor reto, enseñar la mejor versión de Euskadi.

 

En eso seguimos los que estamos al frente del partido hoy. Pero no penséis que ya se me había agotado  el saldo de vértigos, no. Quedaba otro. Mientras los socialistas intentábamos recuperar nuestro sitio, mientras todos daban por agotado a nuestro partido, mientras otros prometían los cielos y parecía que venían a salvar al mundo… Me propuse ponerme al frente del Partido con más arraigo, con más solidez, con más principios. Con más historia y con más futuro. Con esa convicción recuerdo aquel caluroso día de julio de hace cinco años, cuando presenté mi candidatura.

 

Me fui a la plaza Euskadi sola, con una ikurriña. Me bastaba con eso. Quise iniciar este camino con esa imagen: de alguien que empezaba desde abajo para irme ganando los apoyos, de uno en uno. Pico y pala. Una idea clara, un rumbo bien señalado, y todo sin despistarnos. Hoy miro la foto de aquella plaza conmigo y la ikurriña. Y os miro a vosotras y vosotros. Miro la foto y veo un partido fuera de todos los gobiernos.

 

Hoy os miro a vosotros y veo a Pedro al frente del Gobierno de España. Veo a Iñaki, Sonia y María Jesús en el Gobierno vasco. Veo a Teresa, a Miguel Ángel, a José Ignacio, Denis y Rafi, veo a Cristina, a Javier  y Ana gobernando Bizkaia, Gipuzkoa y Álava. Y veo más alcaldes, y veo muchos  más concejales y junteros, más diputados y senadores….

 

Sí, compañeras y compañeros. Donde otros auguraron el fin del socialismo, yo decidí creer en mi partido más que nunca. Donde otros querían laminar una trayectoria de servicio público incomparable, donde se quería borrar el legado y la proyección del partido con más arraigo, yo me decidí a devolverlo al lugar central. Al del partido sin el que no se puede entender la Euskadi del pasado y del presente, pero sin el que no se iba a poder entender el futuro. El imprescindible.

Alderdia goitik behera aldatu dugu.

Eta honekin herria goitik behera aldatu ere.

Badakigulako gauzak nola egin.

Herri hau nola gidatu.

Sozialistak beharrezkoa posible egiten dugu. Eta beharrezkoa zen enplegua sortzea, ekonomia sustatzea, zerbitzu publikoak defendatzea.

Baina gehiago egiten dugu. Ezinezkoa posible egiten dugu be bai: ETArekin amaitu genuen, elkarbizitza sendotu dugu, Sozialismoaren lidergoa berreskuratu dugu.

Noski baietz!

 

Era un reto enorme. Porque no podía imaginar todo lo que nos iba a venir después. Nadie podía hacerlo. Seguro que nadie de los que estáis aquí os imaginabais a Trump, a Salvini, o  a Bolsorano. Seguro que nadie hubiésemos pensado que a un gran país se le pudiera arrastrar al Brexit. Seguro que nadie creería que en Cataluña el nacionalismo pudiera desmontar el propio autogobierno del que presumían.

 

Lo que necesitábamos en Euskadi era recuperar la fortaleza de nuestro partido para garantizar los derechos de la gente. Para que los vientos huracanados no nos llevasen a la deriva.  Sí. Asumí el liderazgo de un partido cargado de historia y compromiso, con un presente plagado de incógnitas. Y ya no es sólo que hayamos recuperado la organización.

 

Es que hemos conseguido dar la vuelta al destino que nos habían escrito, pero sobre todo hemos dado la vuelta a la política vasca. ¡Qué no podríamos hacer si la ciudadanía nos diera la confianza para liderar Euskadi!

 

Esa es la convicción que me ha traído aquí, a volver a asumir este reto. Hemos sacudido a Euskadi del letargo. Eso es lo que hemos conquistado. Esa ha sido la gran batalla que ya hemos ganado. Mirad alrededor: hoy todos incorporan nuestras ideas, hasta nuestro lenguaje. ¡Qué deciros, si hoy casi todo el mundo se define como socialdemócrata…! ¿Y sabéis por qué? Porque hemos sabido recuperar el socialismo como herramienta de transformación y esperanza.

 

Porque hemos roto con la resignación y hemos roto los bloques monolíticos. Eso es lo único que queremos romper. Era lo que Euskadi necesitaba romper: las trincheras. Una vez más en la historia de esta tierra, el socialismo ha demostrado que es un partido imprescindible para los vascos. Que somos los únicos que podemos preservar la pluralidad y la convivencia y garantizar las políticas que construyen la Euskadi social. Y para eso es para lo que vamos a seguir recabando más apoyos. Porque somos garantía de estabilidad, sí. Pero somos más que eso.  Somos la garantía de que todo el bienestar alcanzado en los últimos 40 años de autogobierno no se vaya por el barranco. Nos hemos convertido en la red de seguridad de los vascos. La red que reclama la gente. ¡Sin mentiras!

 

Porque nosotros no vamos a prometer lo que no se pueda hacer. Sabemos bien cómo transformamos la realidad. Lo hacemos día a día desde hace 140 años. Fue el impulso socialista el que creó en Euskadi las primeras redes de solidaridad, igualdad y derechos. Aquellos que en La Arboleda no se resignaron a la explotación, a la marginación, a ser ciudadanos de segunda. Pedro: tienes una visita pendiente. Apunta en tu agenda un día en La Arboleda. En sus calles, en sus casas y en las minas está escrita la historia de nuestro partido y de Euskadi. Allí tenemos la casa del pueblo con más historia. Es una excelente atalaya para entender cómo se ha hecho este país: con progreso económico, con gentes venidas de muchos lugares y con compromiso socialista.

 

Nuestra tarea hoy no es muy distinta a la de entonces: nuestra tarea sigue siendo combatir la desigualdad. No es combatir el progreso o combatir al que llega de fuera. Para eso nacieron otros después. Nuestra tarea, entonces y ahora, es garantizar que el progreso esté acompañado de derechos, es garantizar que toda la ciudadanía, venga de donde venga, tenga iguales derechos e iguales obligaciones.

 

Tenemos grabado a sangre y fuego cómo se hacen las cosas. Y el resultado está a la vista. Porque, antes y ahora, los socialistas hacemos posible lo necesario. Lo necesario ha sido y es el encuentro entre los diferentes. Lo hicieron posible Prieto, Rubial y Patxi. Lo necesario era construir democracia desde cada calle de Euskadi donde otros sembraban terror y buscaban acabar con la pluralidad. Lo hicieron posible nuestros concejales. Lo necesario era tener gobiernos centrados en el empleo, en la igualdad, en la vivienda, en la modernidad. Eso lo ha hecho posible el Partido Socialista.

 

Pero hacemos más. Hacemos posible lo que a otros les parece imposible. Parecía imposible que en Euskadi hubiera un Gobierno socialista. Y lo hicimos posible. Parecía imposible acabar con ETA sin ceder a su imposición, y lo hicimos posible. Parecía imposible que el PSOE recuperara el liderazgo de España. Y no sólo lo hicimos posible, sino que es la única vía de esperanza que queda a quienes desean preservar un país plural y de progreso. Parecía imposible que aquí al lado, en Navarra, se rompiera la dinámica de bloques: o nacionalismo foralista o nacionalismo vasco. Y María Chivite es hoy presidenta de un Gobierno plural para una sociedad plural.

 

En fin. Parecía imposible que la Vuelta ciclista a España regresara a Euskadi y fijaos si lo hicimos posible…..La izquierda abertzale antes la recibía con chinchetas y ahora lo hace con ikurriñas…

 

Los socialistas vascos nos disponemos ahora a seguir ese camino: seguir haciendo posible lo necesario, seguir haciendo posible lo que a algunos les parece imposible: liderar Ajuria Enea. Y yo estoy ya en esa tarea, porque sé que cuento con la organización más sólida y comprometida que hay. La más fiable para orientar todas las políticas para el progreso y la convivencia. Quiero seguir rompiendo inercias. Hemos sido fuertes resistiendo lo más terrible que los humanos somos capaces de resistir: la amenaza directa a tu propia vida. Resistimos y vencimos.

 

Nuestro recuerdo imborrable a quienes fueron asesinados por hacer posible esta Euskadi. A quienes no sucumbieron. ¡A los patriotas de la libertad! Ahora nos toca resistir a quienes quieren enterrar los derechos de las mujeres, los derechos laborales, los derechos sanitarios y educativos, el derecho a progresar en la vida.

Y volveremos a ganar.

 

Ganaremos porque sabemos quiénes somos. Somos acuerdo, somos convivencia, somos pluralidad. Somos el partido arquitecto de la Euskadi social en una España plural. Sin complejos. Sin expedir carnés de nada. ¡Ése es el lugar en el que los vascos y las vascas se sienten seguros!

 

Eso es lo que quiere la mayoría social vasca. Es lo que ofrecemos, lo que quiero liderar: la Euskadi de quienes no pierden el tiempo en el siglo XIX. La Euskadi de quienes están ocupados en sacar a  sus familias  adelante, en este siglo XXI. Porque ponerse fronteras, hurgar en las esencias, generar enemigos externos… todo eso que proponen los nacionalismos, es fuente de problemas.

 

Otros andan buscándose a sí mismos, intentando saber quiénes son, de dónde vienen y a dónde quieren llegar. Nosotros tenemos el trabajo hecho. Y sabemos que queremos seguir siendo la red de seguridad que necesita Euskadi.

 

Por eso puedo presentar ya mi candidatura. Yo no especulo con adelantos electorales, eso se lo dejo a otros. Nosotros estamos a lo nuestro. A resolver los problemas de la gente. A ofrecer soluciones.

¡¡Y a trabajar desde ya por ese liderazgo socialista que es el que necesita este país para seguir avanzando!!

 

Euskal gizartearen segurtasun sarea gara.

Egonkortasunaren giltza. Urte hauetan lortu dugun ongizatea ez galtzeko bermea.

Horixe da euskal herritarrek eskatzen digutena.

Nazionalistak XIX. mendeko arazoetan daude.

Sozialistak XXI. mendeko euskal gizartea eraikitzen ari gara.

Iraganean egin genuen bezala. Etorkizunean egiten jarraituko dugun bezala.

Euskal gizartearen arkitektoak garelako.

Nortzuk garen badakigulako: akordioa gara, elkarbizitza gara, pluraltasuna gara.

Herri honen funtsezko indarra gara!!!

 

Es algo que tengo muy claro y a lo que he dedicado todo mi tiempo. Mirad. Hace tres años firmamos un muy laborioso acuerdo para cogobernar Euskadi. En aquellos días hubo muchas especulaciones sobre mi destino. Pero en la misma noche electoral tenía tomada una decisión: pasara lo que pasara en la legislatura, hubiera acuerdos de gobierno o no, yo me iba a dedicar exclusivamente al partido.

 

Porque mi responsabilidad como Secretaria General, la que había asumido con el cargo, era devolver a este partido la confianza de la ciudadanía. Era nuestro principal desafío. Porque sólo con esa confianza podemos hacer cosas que la gente sienta que son útiles en sus hogares. El resultado os lo digo hoy: en 2019 nos ha votado el doble de personas de las que nos votaron en 2016. Estaba plenamente convencida de que íbamos a lograrlo, y lo hemos hecho. Nos hemos ido cargando de razones, argumentos, y esperanza. Ahora estoy todavía más preparada que antes. Sé que es lo que tenemos que afrontar. Y cómo hacerlo.

Sé que tenemos un inmenso reto demográfico.

 

Todos hablamos ahora de esto. Pero me niego a quedarme en el diagnóstico. Yo quiero ver la oportunidad. Y la oportunidad de Euskadi es que hemos demostrado nuestra capacidad como sociedad abierta y acogedora para quienes llegan de fuera. Yo quiero encabezar un Gobierno vasco que lidere políticas públicas transformadoras de nuestra sanidad, de la atención a la dependencia, del envejecimiento activo. Unas políticas que lleguen por igual a todos los rincones, a pueblos y ciudades. Pero quiero también impulsar un cambio cultural en materia de conciliación laboral y familiar. Porque el envejecimiento y la baja natalidad tiene que ver mucho con las dificultades de emancipación de nuestros jóvenes, pero también con una gran victoria de las mujeres: que nosotras decidamos libremente si queremos ser madres o no. Sin presiones. De nadie.

Yo he podido ejercer ese derecho, pero que nadie nos diga que es una obligación. ¡Que nos dejen de decir lo que tenemos que hacer o dejar de hacer! ¡Que dejen en paz a las mujeres!

 

Tenemos que hablar de otras cosas. Por supuesto que tenemos que hablar de conciliación, de corresponsabilidad, de igualdad laboral. Pero tenemos que afrontar una política migratoria integradora. Y lo tenemos que hacer con el Gobierno de España. Eso, Pedro, lo quiero hablar contigo. En Moncloa o Ajuria Enea, eso ya nos pondremos de acuerdo…

 

Sé que también tenemos que abordar de manera más audaz los retos tecnológicos. El futuro ya está dentro de nuestras casas, de nuestras oficinas, de nuestras fábricas. Es imparable. Y no hay que tener miedo. Queremos construir ese futuro. Estamos ya en medio de una revolución y no podemos abordarla con parches.

 

Y sobre todo, tenemos que hablar de nuevos derechos. Como en las anteriores revoluciones, los socialistas tenemos que ser los garantes de la igualdad. Para impedir que la brecha digital sea un foco de consumidores de primera y de segunda, un foco de empresas de primera y de segunda, de trabajadores de primera y de segunda. Por eso es tan necesario un nuevo Estatuto de los Trabajadores. No sólo para recuperar los derechos que laminó el PP. También para incorporar derechos a quienes ahora no los tienen, a quienes nos atienden, a los riders, a quienes hacen posible estas nuevas formas de economía.

 

Y ahora casi todo el mundo habla de la sostenibilidad, de la necesaria transición ecológica por la crisis climática. Nosotros ya lo hacíamos hace casi diez años cuando diseñamos la primera Ley contra el Cambio Climático en España. La diseñamos desde nuestras propias competencias. No había nada igual en el mundo, menos en Escocia. ¿Hace falta preguntar aquí quién pensó en esto hace diez años? Un Gobierno vasco con un lehendakari socialista. Y cuando los socialistas hemos vuelto a gobernar hemos incorporado la agenda climática.

 

Pero no podemos abordar esta crisis solos. Necesitamos tener aliados en el Gobierno de España. De esto también hablaremos, Pedro, en Moncloa o Ajuria Enea. Necesito como lehendakari contar con el Gobierno de España. Con un Gobierno como el de Pedro, con el que compartimos análisis y soluciones. Con el que compartimos el gran proyecto socialista: una sociedad en la que mimemos todo lo nuestro, lo cercano, y colaboremos para conseguir un país más igual, más justo, más libre.

 

Una sociedad que tenga presente siempre lo que nos ha costado llegar aquí, que tenga presente a nuestros compañeros asesinados, y a todos a los que ETA arrebató la vida, a quienes persiguió, a quienes todavía buscan a sus familiares desaparecidos, a quienes siguen pendientes de que algunos reconozcan la injusticia e inutilidad de tanto dolor.

 

Que no se borre jamás de nuestra memoria que nos quisieron robar la pluralidad, y que la hemos reconquistado con demasiado sufrimiento. Que no se borre jamás que les ganamos con dignidad. ¡Que nadie pretenda quitarnos a los socialistas esa dignidad que mantuvimos frente al terror, ese compromiso, esa victoria! ¡Que nadie nos de ni media lección de cómo pactar, aprobar y defender una Constitución y un Estatuto! ¡Que nadie nos dé carnés de nada!

 

Y ése es el proyecto que quiero construir de la mano de tu gobierno, Pedro. Para eso me he estado preparando. Por eso estoy aquí. No sé si lejos o cerca de una cita para las autonómicas. Eso no me corresponde decidirlo. Nuestro partido está preparado para cualquier eventualidad. Pero, si tenemos opción, siempre preferimos no improvisar. Hicimos nuestros deberes a tiempo, revisamos nuestro proyecto hace dos años, es el que nos ha hecho levantar el vuelo y es el que ahora nos hace apuntar a lo más alto. Porque somos la red de seguridad que espera la ciudadanía. Yo tengo la mía.

 

A mi madre, en la que veo el esfuerzo de toda una generación para que hoy tengamos un país mucho mejor del que pudieron disfrutar. A mis hijos, donde veo a toda la juventud a la que debemos el mismo esfuerzo que hicieron nuestros mayores. A mi marido, donde veo a todos los hombres cómplices con la causa de la igualdad de las mujeres. Al Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra, donde veo a todas las gentes progresistas y comprometidas con una sociedad plural, igual y justa.

 

Ésta es nuestra red. Éste es mi seguro. Éstas son mis razones. Y éste es el proyecto que ofrezco a Euskadi.

 

Ésta es mi bandera. La de la estabilidad en tiempos de incertidumbres. La de la seguridad y la confianza. La de la igualdad y el progreso. La de la diversidad. La pluralidad. La convivencia. La libertad. Es la bandera que más une en esta tierra.

 

Es la nuestra. La de siempre. La de ahora. La del futuro. ¡La de los socialistas vascos!


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